
Cuatro experiencias de Servicio Voluntario Europeo en una galería de arte
Publicado: domingo, 1 julio, 2018
En una de las páginas del libro Todo lo que nunca te dije lo guardo aquí de Sara Herranz hablaba de ellos. De esta manera: “Ellos -amantes de metáforas baratas- beben whisky solo y se visten con abrigos de muertos. Leen a Carver, Bukowski, Houllebeq y se sienten rotos e intensos”. Esa cierta hipocresía senil que tiene cualquier individuo en su veintena con un halo de interés estético.
En la galería de arte “Komst, galerie & werkateiler”, situada en Den Helder (Holanda), se da cabida a jóvenes con futuros inciertos y faltos de experiencia, pero con muchas ganas de desarrollar sus talentos artísticos. Las dueñas de esta galería son Stephanie Smith y Madeleine Rommers.
Como explica Stephanie, que es diseñadora, y hace no mucho tiempo su socia y ella eran voluntarias de esta galería y trabajaban con voluntarios internacionales. Pero los antiguos propietarios decidieron dejar la galería y, como ellas no querían que se cerrase, decidieron coger el traspaso con el leitmotiv de mantener a grupos de gente joven unidos. De hecho, pueden alquilar el edificio gracias a los ingresos de albergar voluntarios europeos. El proceso de selección de estos últimos consiste en que envíen una carta de motivación y su portafolio. Según Stephanie, ellas intentan elegir estilos distintos, apostando por la variedad de nacionalidades y los postulantes más jóvenes; porque, como ella admite, su mayor deseo es que este centro se mantenga abierto, por lo que convocan eventos con el objetivo de atraer a gente joven. Por ejemplo, “un día lo dedicamos a la música, los voluntarios montaron juntos un grupo y dieron un concierto en plena calle”.
El programa al que están suscrita la galería se llama Servicio Voluntario Europeo (SVE o con las siglas en inglés EVS). Sin embargo, como apunta Madeleine Rommers, poca gente sabe que el programa Eramus + tiene más iniciativas a parte del intercambio entre universidades de alumnos. Aunque es cierto que posiblemente el SVE esté en sus últimos momentos, porque se prevé que sea absorbido por la iniciativa “European Solidarity Corps”.
Otro de los apartados del programa Eramus + son los intercambios juveniles “Youth Exchanges”. Madeleine participó en uno de estos intercambios en Georgia, cuya temática era cómo implementar la labor de los trabajadores sociales. Esto la llevó a desarrollar en Ucrania actividades relacionadas con la educación vinculadas con la EU. En estos momentos, Madeleine está estudiando para ser docente, piensa que esa forma de enseñanza informal está ayudándole a completar la educación formal que está recibiendo.
Cuando decidieron convertirse en “trainers” de Eramus +, Madeleine contaba con estudios básicos de fotografía y Stephanie, de ilustración. La formación es necesaria para la organización de envío, coordinación y acogida. Esa formación es proporcionada por la Agencia Nacional de cada país miembro. Ambas afirman que el programa Eramus + tiene bastante presupuesto, pero hay poca gente informada de las facilidades que ofrece. Una de ellas son los Seminarios Internacionales, como dice Madeleine “normalmente solicitan participar gente con recursos y formada, pero personalmente considero que estos seminarios deberían centrarse más a gente que no se pudiera permitir por sus propios medios viajar”. Las dos propietarias piensan que se sienten más europeas y más conectadas con la UE y su población al participar en estos programas.

Stephanie Smith y Madeleine Rommers
Sin embargo, acoger a voluntarios europeos también tiene su controversia. Ellas mencionan que algunas organizaciones se aprovechan de los voluntarios, imponiéndoles jornadas similares a los trabajadores normales. Al mismo tiempo, olvidan dos partes fundamentales de este programa: la formación y la diversión. Un voluntario europeo puede trabajar un máximo de 36 horas por semana, a cambio recibe una cantidad para la alimentación, otra cantidad para gastos individuales y domicilio gratis. En cada país la cuantía varía, en Holanda, por ejemplo, se encuentra entre 280 – 320 euros.
El proyecto de la galería de arte “Komst, galerie & werkateiler” consiste en que cuatro voluntarios gestionen y vivan en la galería durante seis meses, mientras trabajan en una exposición común dividida en 4 porciones, cada una destinada a uno de los voluntarios. Estos son los voluntarios actuales y sus experiencias:
Miguel Ángel Simarro “Kenpa”: Pantoja (Toledo):

Miguel Ángel Simarro “Kenpa”
“Mi participación en la exposición tiene dos secciones: una enfocada al Pop-art junto al Street-art, haciendo retratos de personajes conocidos, pero a mi estilo, con un rollo “stencil”; la otra es una crítica a la sociedad, especialmente al machismo en diferentes países, concretamente al maltrato a la mujer. En el primero he utilizado rotuladores y para el trabajo feminista, Photoshop y una tableta gráfica. En este último uso imágenes de mujeres muy estilizadas, pero que por algún motivo en sus ojos se puede ver que no es todo oro lo que reluce. Creo que es una la lucha seria, todos tenemos esa cepa de machismo que no queremos reconocer. Por mi parte, como hombre, pienso que el machismo también nos hace mal a los hombres. Entiendo que lo único que podemos hacer es apoyar y no defender un bando que es indefendible, como es el de un tío que intenta sobar a una chica sin su consentimiento.
Por otra parte, hago grafiti desde pequeño; de hecho, mis artistas de referencia son Frank Shepard Fairey (OBEY) y Bansky. También toco la guitarra y soy parte del grupo hardcore metal Your mother is a goat. Aunque ahora quiero dedicarme a mi proyecto personal como cantautor, el cuál es Kenpa von Frankenstein. Cuando acabe mi voluntariado quiero grabar mi disco en mi propio estudio. La idea general del disco es hablar de esta experiencia como un método de introspección, quizás tenga un tono pesimista, pero es debido a que soy muy duro conmigo mismo, me gusta darme caña.
Sobre mi país, artísticamente es clásico. En España hay grandes museos que visitar, pero recomiendo todavía más ir a las pequeñas galerías o a los rastros madrileños. En cuanto a la música, me gustaría destacar el sentimiento de familia de la rama mediterránea, el cuál encuentro muy reconfortante. Y si tuviera que recomendar un festival, sería el Festival de Arte Nativo Viña Rock de Villarrobledo”.
Katarzyna Karpińska: Varsovia (Polonia):
“Estudio en Uniwersytet Warszawski, mi aprendizaje está focalizado en el cine. Me gusta hacer fotos artísticas y videos cortos. De hecho, si pudiera elegir alguna profesión elegiría ser directora de cine.
Normalmente sólo suelo usar mi cámara, por ejemplo, en la exposición voy a exhibir fotografías que he tomado en Holanda. Me fascina el paisajismo y buscar pequeños detalles en las áreas cosmopolitanas. Otra cosa que me llama la atención son las pinturas en las paredes de las ciudades, a veces puedes encontrar buen muralismo.

Katarzyna Karpińska
Estar aquí, para mí ha sido la mejor idea que he podido tener y se lo recomendaría a cualquiera. Vivimos los cuatro juntos, eso significa cuatros países y cuatro lenguas, sinceramente es genial. Por ejemplo, soy la única persona de Polonia, así que no puedo usar mi lengua materna para comunicarme, por lo cual tengo que comunicarme en otros idiomas. Personalmente, me tomo eso último como un reto y me gusta.
Sobre Polonia, en general, creo que la gente no sabe mucho sobre mi país. Por añadir un dato anecdótico, por ejemplo, he tenido que aclarar que no tenemos osos polares en nuestra tierra. Pero sí, contamos con un gran cineasta, Paweł Pawlikowski, que recientemente ha sido premiado como mejor director en el Festival de Cannes por su película Cold War. Además de una excelente escritora, Olga Tokarczuk, quien es una firme candidata al nobel de literatura. Por último, recomendaría ver El Museo de Arte Moderno de Varsovia, y en Cracovia Manggha, el Museo Japonés de Arte y Tecnología”.
Arnolds Gailis: Bauska (Letonia):
“No tengo expectativas, no me gusta pensar mucho sobre el futuro. Esto probablemente es malo, pero nunca puedo suponer que va pasar algo. En realidad, no sé si voy a volver a Letonia después de esto, quizás sí, quizás no…Es parte del destino.

Arnolds Gailis
Tampoco me considero un artista, porque no he trabajado mucho ese campo, sino que más bien lo he etiquetado como una afición. Empecé hace tres o dos años a poner cosas juntas y eso cobró sentido para mí, podía expresarme de esa manera. Hago collages, por eso no me considero un artista, ni dibujo, ni pinto. Por añadidura, pego imágenes tomados por otra gente. Sobre esto, he de decir que uso bastante el negro y el blanco, también los colores oscuros. La temática de mi participación en la exposición se basa en el lado más ácido de la humanidad.
Me inspiran el pasado y la naturaleza, también he intentado escribir. Actualmente estoy leyendo a Nietzsche, porque soy un amante de la filosofía. Ante todo, me interesa la moralidad, la construcción de la cultura y los orígenes de la humanidad. ¿Por qué seguimos somos conducidos por corrientes de pensamiento? ¿Qué hacemos?
Al respecto de Letonia, se habla letón, que es similar al ruso, pero con grafía latina y puede que también tengo algún parecido con el lenguaje escandinavo. En mi país, hay mucha naturaleza y muchos bosques. Como artista nacional destacaría a Atis Jākobsons, como museo recalcaría Mark Rothko Art Center en Daugavplis y musicalmente a Skyforger”.
Georgia Schoina: Alejandrópolis (Grecia):
“Estudio Bellas Artes en Tesálonica, porque el arte me llena en muchos sentidos, pues dibujo, pinto, y hago grabado. Dentro de mi horario laboral, también tengo mi propio taller de reciclaje para crear muebles y decoración. Los asistentes, son personas que han estado bajo tratamiento psiquiátrico. Hay un gran ambiente de grupo, todos somos iguales, no existe un trato extraordinario.

Georgia Schoina
Para mí, la exposición es muy importante porque mi meta es ser una artista y este trabajo va estar en mi biografía. Mi contribución es muy personal, para la cual voy a utilizar mucha madera. La argumentación es la búsqueda optimista de puntos a favor de vivir en una ciudad. Sinceramente, prefiero las ciudades pequeñas y me gusta el hecho de que Den Helder esté al lado del mar.
Más cosas sobre mí: amo el teatro y me encantaría ser escenógrafa. Además, hago meditación, y creo que mi arte es parte de ella, me relaja el proceso de la elaboración de los dibujos, más específicamente la elección de colores y cuando formo los detalles, porque me siento concentrada y calmada al mismo tiempo.
En Grecia, tenemos playas muy bonitas y lindas islas. Mis islas favoritas son Creta y Samotracia. Siguiendo con la temática náutica, recomendaría al poeta Nikos Kavvadías, quien fue un marinero que estuvo en contacto con diversas tradiciones debido a que navego por muchos sitios. Otros dos poetas griego interesantes son Dionisos Solomós y Nikos Engonopoulo, este último también fue pintor.
